Isla de Santa Marina, localización

Icono Español. Icon Spanish La Isla de Santa Marina está situada enfrente de la costa de Loredo. Se encuentra en la parte más oriental de su extenso arenal, donde ya finalizan las playas de Loredo y empiezan sus acantilados. Se puede llegar a Santa Marina desde Oviedo, Palencia, Santander o desde Bilbao. Ambos trayectos finalizan en la misma carretera nacional que atreviesa el municipio de Loredo. El final del trazado se prolonga más allá del punto señalizado en la guía. Girando a la izquierda, continuando hasta encontrar al final de la carretera donde aparecerá la Isla de Santa Marina.

Santa Marina Island, Localization

Icono Inglés. Icon English Santa Marina Island is placed opposite the Loredo coast. It is in the most oriental part of Loredo beach, where the beaches of Loredo are already finish and begin its cliffs. It is possible to come to Santa Marina Island from Oviedo, Palencia, Santander or from Bilbao. Both ways finish in the same national road that go across the municipality of Loredo. The end of the tracing extends beyond the point that is set in the guide. Turning to the left side, continuing up to finding at the end of the road where the island will appear Santa Marina Island.

Icono Español-Inglés. Icon Spanish-English Localización/Localization

Oviedo, Santa Marina : LocalizationPalencia, Santa Marina: LocalizationBilbao, Santa Marina: LocalizationSantander, Santa Marina: localization

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Loredo, villa

Icono Español. Icon Spanish. Loredo, villa village
Loredo, pequeña villa costera perteneciente al municipio de Ribamontán al Mar, está situado en la costa central de Cantabria. Su baja densidad de población, apenas cuenta con 700 habitantes, puebla la gran extensión de Loredo entorno a su costa y playas.

Las casas de piedra que pueblan la zona, los verdes prados, sus dunas y bosques, ofrecen sensaciones que entretienen la vista, susurran al oído melodías que trae el mar y aderezan el olfato con recuerdos o nuevas sensaciones. Todos estos atractivos lucen en las fiestas de la localidad, en cualquier visita a la zona y en una carrera internacional de caballos que se celebra en sus arenales.

El trazado de la localidad está condicionado por la curva que dibuja su costa a través de sus arenales. Destaca la Isla de Santa Marina, en la parte central de Loredo y separada de tierra firme por una distancia de 50 metros. Cuando el Mar Cantábrico lanza su fuerza la isla recibe olas de grandes dimensiones que puede superar los 10 metros de altura. Conocida como zona de grandes olas, sus fondos de roca, la fuerza del mar y su lejanía la convierten en un lugar solo apto para profesionales y surfers experimentados. Otro lugar importante, conocido como La Curva, que por su fisonomía registra oleaje prácticamente durante todo el año y ofrece rutas y disfrute desde su arena y entorno.

Loredo, village

Icono Inglés. Icon English. Loredo, villa, village Loredo, small coastal villa belonging to the municipality of Ribamontán al Mar, is placed on the central coast of Cantabria. Its low density of population, scarcely it possesses 700 inhabitants, populates the great extension of Loredo around to its coast and beaches.

The houses of stone that are in the zone, the green meadows, its dunes and forests, offer sensations that entertain the sight, whisper to the ear melodies that the sea brings and season the smell with recollections or new sensations. All these attractions shine in the holidays of the locality, in any visit to the zone and in an international career of horses that is celebrated in its sandbanks.

The tracing of the locality is determined by the curve that draws its coast across its sandbanks. Stand out the Island of Santa Marina, in the central part of Loredo, which is separated from firm land for a distance of 50 meters. When the Cantabrian Sea throws its force the island receives waves of big dimensions that can overcome 10 meters of height. Known as big waves zone, its funds of rock, the force of the sea and distance turn it into a place only suitable for professionals and experienced surfers. Another important place; known as The Curve, which for his physiognomy allows surge practically all the year round and offers routes and enjoyment through its sand and environment.

Loredo, villa village. Icon text divider

loredo, rutas

Icono español-inglés. Icon Spanish-English. Loredo, villa, village. Map Loredo, village

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Somo, playa

Icono Español. Icon Spanish. Somo beach Somo es una localidad emplazada en el sur de la Bahía de Santander, que pertenece al municipio de Ribamontán al Mar. Comunicada con Pedreña por el Puente de Somo y con Loredo por carretera nacional, tiene además un servicio regular de lanchas que lo conecta con Santander.

La playa de Somo, con una longitud de 3,5 kilómetros, es una de las playas más grandes de Cantabria. Su arenal se prolonga a través de la playa de Loredo, acotado en su extremo derecho por la Isla de Santa Marina, ocupa una basta extensión de 5 kilómetros de recorrido. En el extremo izquierdo existe un amplia área dunar, que se introduce en la centro de la bahía. Esta parte de la playa se llama El Puntal. La cara sur de esta lengua de arena y vegetación tiene una longitud de tres kilómetros, finalizando en el embarcadero de Somo. Se abre, en esta parte, una zona protegida del contacto directo con el oleaje; existiendo así un área idónea para la practica del windsurf y kitesurf.

La playa contiene varias zonas diferenciadas con distintos tipos de ola. La parte más cercana al Puntal dibuja su trazado con una ligera curva, que propicia la aparición de olas que abren a derechas; cuando las condiciones del mar son favorables. La segunda zona, conocida como El Barco, recibe su nombre por existir el casco de un barco naufragado y parcialmente hundido en el fondo de arena. Este lugar presenta corrientes cambiantes y remolinos, además del peligro que supone practicar surf en las cercanías de los restos. Tiene buenas olas, que abren a ambos lados, siendo adecuado el espacio emplazado a 100 metros por detrás del barco. El tercer punto se coloca a la derecha. Conocido como el camping, abarca una extensión mayor y por ello acoge varios tipos de ola que abren a ambos lados, según su proximidad a la zona del Barco o La Curva.

Aquí se recogen algunos datos, junto con una breve descripción de la Playa de Somo. La percepción y conocimiento de sus aguas y olas, de su fondo arenoso, del entorno verde que la acompaña, … deben ser vividos.

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Somo beach, notas

Somo, beach

Icono Inglés. Icon English. Somo beach Somo is a locality placed in the south of the Bay of Santander, which belongs to the municipality of Ribamontán al Mar. Communicated with Pedreña through The Bridge of Somo and Loredo by national road; it also has a regular service of boats that connects it with Santander.

Somo’s beach, with a length of 3,5 kilometres, is one of the biggest beach of Cantabria. Its sandbank extends across Loredo’s beach, annotated in its right wing for the Island of Santa Marina, occupies an extension of 5 kilometres of tour. In the left wing, exists a wide dune area, which has introduced in the center of the bay. This part of the beach is called El Puntal. The south face of this language of sand and vegetation has a length of three kilometres, that finishes in Somo’s pier. There is , in this part, a zone protected from the direct contact with the surge; that creates a suitable area for the practice of windsurfing and kitesurf.

The beach contains several zones differentiated with different types of wave. The nearest part to El Puntal draws its tracing with a light curve, which propitiates the appearance of waves that open to right; when the conditions of the sea are favorable. The second zone known as El Barco, receives its name due to exists the hull of a ship wreck and partially sunk in the back of sand. This place presents changeable currents and whirlpools, besides the danger that supposes practising surf in the surroundings of the remains. It has good waves, which open to both sides, being suitable the space located to 100 meters behind the ship. The third point is placed to the right. Acquaintance as El Camping, it includes a major extension and that is the reason to receive several types of wave that they open for both sides, according to his proximity for the zone of El Barco or La Curva.

Here is gathered some information, together with a brief description of Somo’s Beach. The perception and knowledge of its waters and waves, of its sandy bottom, of the green environment that accompanies it, … must be lived.

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Somo beach, notes

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Isla de Santa Marina, lugar

Icono Español. Icon Spanish. Loredo beach La Isla de Santa Marina se encuentra al final del extenso arenal que une Somo con Loredo. En frente de la costa, separada de tierra firme por apenas 50 metros en marea baja, está una isla que tiene una extensión de 18,5 hectáreas. Formada por rocas y cubierta parcialmente de vegetación, convive con el Mar Cantábrico que la baña, golpea y moldea. Su contorno submarino se halla cubierto por rocas y pequeños arrecifes, propiciados por el efecto del mar y el clima.
El brazo de mar que la separa de la costa tiene corrientes fuertes y peligrosas, constituyendo una zona de gran interés para la práctica de la pesca recreativa y el submarinismo. Aparecen, a partir de esa separación, dos zonas diferentes en la isla que originan dos grandes olas. En la cara de la Santa Marina que mira a la Bahía de Santander, aparece una ola que abre a derechas. Cuando las condiciones del océano se endurecen, esta ola supera con facilidad los cinco metros de altura. Las factores extremos de la mar, el fondo rocoso y las corrientes hacen que la ola sólo sea aconsejada para profesionales y gente muy experimentada. En el otro lado la isla, que saluda a mar abierto, aparece una ola que abre a izquierda cuyo tamaño puede superar también los cinco metros de altura con las condiciones adecuadas. A mayor distancia de la costa, prácticamente en alta mar, las condiciones se endurecen aún más, siendo sólo apto para profesionales y gente experimentada consciente de los riesgos.

El parking que se sitúa en frente de la isla, en posición elevada, proporciona una visión panorámica de la bahía y el entorno. Desde allí se abren dos sendas que llegan por la izquierda hasta la playa de Loredo y por la derecha hasta la playa de Langre. Caminos que avanzan paralelos a la línea de costa. Acantilados y otras formaciones geológicas además de la flora y fauna existentes en los bosques cercanos acompañarán el recorrido.

Es Santa Marina una isla singular, no sólo por ser la más extensa de la costa cantábrica, pues proporciona experiencias a cualquier persona, deportista o caminante, que a ella se acerque.

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SantaMarina, notas

Santa Marina Island, place

Icono Inglés. Icon English. Loredo beach Santa Marina Island is placed at the end of the extensive sandbank that joins Somo with Loredo. Opposite the coast, separated from firm land by scarcely 50 meters in low tide, there is an island that has an extension of 18,5 hectares. Formed by rocks and covered partially of vegetation, it coexists with Cantabrian Sea that bathes, throbs and molds it. Its submarine contour is covered by rocks and small reefs propitiated by the effect of the sea and the climate. The inlet that separates it from the coast has strong and dangerous currents, constituting a zone of great interest for the recreative fishing and the scuba diving. Two different zones appear in the island, from this separation, that originate two big waves. In the face of the Santa Marina Island that looks towards the Bay of Santander, there appears a wave that opens to right. When the conditions of the ocean harden, this wave overcomes with facility five meters of height. Extreme conditions of the sea, the rocky bottom and the currents do that the wave only would be recomended for professionals and very experienced surfers. In the other side of the island, which greets to open sea, appears a wave that opens to left side which size can overcome also five meters of height with the suitable conditions. To major distance of the coast, practically on the high sea, the conditions harden even more, being only suitable for professionals and experienced conscious surfers of the risks.

The parking that is in front of the island, in high position, provides a panoramic vision of the bay and the environment. From there, two paths begin its travel; that come for the left side up to Loredo’s beach and for the right up to Langre’s beach. Routes that advance parallel to the line of coast. Cliffs and other geological formations besides the existing flora and fauna in the nearby forests will accompany the tour.

A singular island is Santa Marina, not only for being the most extensive of the Cantabrian coast, since it provides experiences to any person, sportsman or wayfarer, who approach it.

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SantaMarina, notes

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Loredo, playa

Icono Español. Icon Spanish. Loredo beach Loredo es una localidad cantábra, perteneciente al municipio de Ribamontán al Mar y situada al sur de la Bahía de Santander. Su playa, que recibe el nombre de la localidad, tiene una longuitud de 1200 metros y una anchura media de 60 metros. El trazado del arenal se dibuja a través de la configuración que la bahía ha proporcionado al terreno, curvando la playa en la parte contigua a Somo y extendiendo el final hasta el otro extremo; donde aparece la Isla de Santa Marina. Este peculiar dibujo da origen a una de las zonas con mayor presencia de olas en Cantábria, conocida como La Curva. Existen varios tipos diferentes de olas con distintas salidas y tamaños.

La playa alberga además el Derby de Loredo, competición hípica más antigua e importante del norte de España. Celebrada entre finales del mes de julio y principios de agosto , incluye varias categorías y es una prueba valedera para el campeonato de España y del mundo en su especialidad.

Todo el entorno de la playa está rodeado por una amplia zona verde, con formaciones dunares. El cierre de la playa se sitúa sobre terreno elevado y cercano al arenal, proporcionando una vista amplia de la bahía que culmina con la imagen de la ciudad de Santander al otro lado, o la extensión infinita del mar sobre el horizonte. Es por ello que la zona se convierte así en un lugar ideal para el ocio, el disfrute de la costa y el picnic.

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Loredo, notas

Loredo, beach

Icono Inglés. Icon English. Loredo beach Loredo is a Cantabrian locality, belonging to the municipality of Ribamontán al Mar and placed to the south of the Bay of Santander. Its beach, which receives the name of the locality, has a longuitud of 1200 meters and an average width of 60 meters. The tracing of the sandbank shows itself across the configuration that the bay has provided to the area, curving the beach in the contiguous part to Somo and extending it up to another end; where there appears the Santa Marina Island. This peculiar drawing gives origin to one of the zones with major presence of waves in Cantábria, known as La Curva. Several types different from waves exist with distinct exits and sizes.

The beach shelters the Derby of Loredo, the most ancient and important equine competition of the north of Spain. Celebrated between ends of July and beginning of August, it includes several categories and is a valid test for the championship of Spain and of the world in its speciality.

The whole environment of the beach is surrounded by a wide green space, with dune formations. The closing of the beach is on highland area and near to the sandbank, providing a wide sight of the bay that culminates with the image of the city of Santander to the other side, or the infinite extension of the sea on the horizon. It is for it that the zone turns this way into an ideal place for the leisure, the enjoyment of the coast and the picnic.

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Langre, playa

Icono Español. Icon Spanish. Langre beach La playa de Langre se ubica en la localidad de Langre, perteneciente al municipio de Ribamontán al mar. Esta localidad costera, se encuentra con el mar a través de sus acantilados que se extienden varios kilómetros. El arenal tiene una longitud aproximada de 800 metros y una anchura media de 60 metros. A su espalda un acantilado, con forma de media luna achatada y de 25 metros de altura, la contiene en su totalidad. En sus alas, la línea de costa entra en el mar a modo de cabo, completando un entorno único de singular belleza. A la izquierda la Punta de Langre protege la ensenada, a la derecha la Punta Rodico delimita su extensión final. La fisonomía del lugar acota la playa de Langre y filtra el oleaje parcialmente, pues no pierde el Mar Cantábrico su naturaleza salvaje; sino que se transforma y renace. Existen así olas diferentes en todo el área, conservando una zona de aguas tranquilas en su lado izquierdo, bajo la protección del acantilado.

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Langre, Notas

Langre, beach

Icono Inglés. Icon English. Langre beach The beach of Langre is located in the locality of Langre, belonging to the municipality of Ribamontán al Mar. This coastal locality, meets the sea across its cliffs that several kilometres spread. The sandbank has an approximate length of 800 meters and a width of 60 meters. To its back, the cliff with form of flattened half moon and of 25 meters of height, contains it. In its wings, the line of coast enters in the sea as a cape, completing an special environment of singular beauty. To the left side the Tip of Langre protects the inlet, to the right the Rodico Tip delimits its end extension. The local physiognomy annotates Langre’s beach and leaks the surge partially, because the Cantabrian sea does not lose its wild nature; but it is transformed and reborn. So different waves exist in the area, preserving a zone of calm waters in its left side, under the protection of the cliff.

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Langre, Notes

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Surf y Niebla. II

icono bandera España Después de unos minutos disfrutando del paisaje, volví la mirada hacia mar abierto. Un gran masa de agua se acercaba a media distancia y con una altura considerable. A cincuenta metros de nuestra posición, un chico se elevó sobre su tabla. Debido a la fuerza que transportaba el agua; se desplomó desde la cima. Viendo aquello, me preparé para su llegada. La gran ola golpeó con fuerza mi tabla, rápidamente me incliné hacia adelante y conseguí bajar hasta la base. Una vez allí, miré a ambos lados, vi como cerraba por izquierda y derecha, bloqueando cualquier posible trayectoria. Continúe recto hasta que me alcanzó la espuma. Me apeé sin llegar al final y regresé otra vez.

A las ocho de la tarde parecía ya anochecer. La estación aún conservaba más horas de luz, sin embargo las nubes habían cubierto el espacio de una oscuridad opaca. Las personas que estábamos en el mar nos resistíamos a retirarnos. Un grito se escuchó al fondo, seguido de unas risas. En aquellas circunstancias, el ambiente que había era de fiesta.

Las olas continuaban llegando a Somo. Su configuración rompía todas las expectativas, sólo los surfers más experimentados parecían no extrañar el lenguaje del mar ese día. En su nacimiento desplazaban una masa grande de agua, sostenida sobre una pared inclinada. Conservando aquella figura de manera prolongada. Su forma se asemejaba a pequeñas colinas en movimiento. Surfers acompasados al ritmo que marcaban las series y el estruendoso sonido del mar rompiendo, marcaron la siguiente media hora. Unos recorrían un pequeño trazado, exprimiendo lo que el momento ofrecía. Otros esperaban mejores recorridos, movidos por la fuerza del mar; arriba y abajo.

Posicionado transversalmente, observé el recorrido completo de las olas. Desde el principio hasta el final, su camino cambiante y aleatorio estimulaba la contemplación. La precaución se disparaba. Un buena ocasión arribó. Montado sobre la tabla, tracé una diagonal hacia la base. Cerca de la cresta mantuve la trayectoria. La velocidad hacia evacuar agua por los cantos. Veinte metros delante de mí, la ola se desplomó. Con un leve movimiento de cadera finalicé el viaje. La tercer ola de la serie llegaba más definida. Sobre ella un surfer ondulando sobre su cresta. Antes de su rotura, descendió a la base y se deslizó paralelo a la pared de la ola. Dibujó su recorrido flexionado, agarrando la tabla con una mano; para conseguir cortar la ola. Pasó delante de un grupo de gente, que lo mirábamos con atención. Acto seguido me sumergí, haciendo la cuchara. Al volver a la superficie, busqué su trayectoria, observando como finalizaba su viaje con los brazos extendidos.

Surf & Fog. II

English After a few minutes enjoying the landscape, I turned the look towards open sea. One great mass of water was approaching half a distance and with a considerable height. At fifty meters of our position, a boy rose on his board. Due to the force that was transporting the water; it collapsed from the top. Seeing that scene, I prepared myself for its arrival. The great wave struck strongly my board, rapidly I inclined ahead and I managed to go down up to the base. Once there, I looked at both sides, I saw it was closing for left side and right, blocking any possible path. I continued In straight direction until the foam reached me. I finished my travel before the end and returned again.

At eight o’clock in the afternoon, the day seemed the dark night. The station still was preserving more hours of light, nevertheless the clouds had covered the space of an opaque darkness. The persons that were in the sea did not want to withdraw. A shout was listened to the back, followed of a few laughs. In those circumstances, the environment that existed was of party.

The waves were continuing coming to Somo. Its configuration, had broken all the expectations; only the most experienced surfers seemed not to be surprised by the language of the sea this day. In its origin, the waves moved a big mass of water, supported on a sloping wall. Them were preserving that image for long time. Its form were alike small hills in movement. Surfers measured with a compass to the pace that were marking the series and the thunderous sound of the sea breaking, they marked the following half hour. Some were crossing a small tracing, squeezing what the moment was offering. Others were waiting for better tours, moved by the force of the sea; above and below.

Positioned transversely, I observed the complete tour of the waves. From the beginning until the end, its changeable and random way stimulated the contemplation. The caution was shooted . A good occasion arrived. Mounted on the board, I drew a line towards the base. Near the top, I tried to support the path. The speed made evacuating water for the rails. Twenty meters in front of me, the wave collapsed. With a slight movement of hip I finished the trip. The third wave of the series come more definite. On it, a surfer undulating on his crest. Before its break, he descended to the base and slipped parallel to the wall of the wave. He designed his travel with his bent body, seizing the board with a hand; to cut the wave. He ran in front of a group of people that we were looking at it with attention. Forthwith I submerged, doing the duck. On having returned to the surface, I looked for his path, observing the end of the trip with his widespread arms.

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Surf y Niebla. I

icono bandera EspañaIcono Español. Icon SpanishUn día tras otro había transcurrido, en los que las olas no habían aparecido en el Mar Cantábrico. Durante dos semanas las predicciones continuaron igual. En algún momento concreto y aislado aparecieron tamaños pequeños, de apenas medio metro y con poca fuerza. Los niños en la playa jugaban en el agua, cerca de la orilla; y a lo largo de ese tiempo. Para el resto, la observación y la espera sustituyó a la acción.

Entrando en la tercer semana, una pequeña borrasca iba llegando por el Atlántico Norte. Para el martes, los servicios meteorológicos aseguraban lluvias y un descenso de las temperaturas. Con este escenario las buenas condiciones para hacer surf parecían retornar, sólo faltaba conocer cual sería la realidad del mar.

La semana comenzó con pequeños chubascos a última hora del día. El martes, el tiempo había mejorado levemente y las nubes de un color blanco grisáceo ocupaban parte del paisaje. El Sol calentó hasta el mediodía y por la tarde, las nubes; ya oscurecidas, ocupaban la mayor parte del cielo. Un bochorno pegadizo animaba a tomar un baño. Con este panorama, me dirigí a la playa. Coches yendo y viniendo; buscando un lugar donde aparcar, gente andando, charlando y ocupando hasta la última baldosa de la localidad. Surfers ya vestidos para el agua, con el equipo debajo del brazo, trotaban hacia el mar. Así se vivía la última semana del mes de agosto en Somo. Yo, por mi parte, quería disfrutar todos los momentos de surf; si volvían las olas.

Llegando al parking principal, encontré un hueco, aparqué el vehículo y me asomé al agua. El tacto rugoso y sedante de la arena acompañaba a un ruido constante y caótico que se oía distante. Las vistas borraron los recuerdos de la templada espera y una alegría callada me paralizó un instante. A lo largo del arenal llegaban las olas en serie, por todas partes surfers en el agua; haciendo maniobras, esperando, charlando. La abundancia de zonas hizo difícil la elección. Preparé el equipo y caminé ligero hasta el agua. Situado a cien metros, a la derecha de la entrada principal, encontré un lugar poco ocupado. Fui remando con buen ritmo, subiendo cuestas de agua, haciendo la cuchara, hasta llegar a un área de reposo.

A pesar de haberse nublado el día, la gente continuaba en la playa. Una algarabía de jovialidad se observaba desde el agua. A doscientos metros de la orilla, sentí caer unas gotas. Un lluvia fina atravesó la distancia que hay hasta los chalets de la línea de playa. Para entonces, la mitad de la gente había recogido sus cosas y se había marchado. Después la humedad adquirió peso.

Surf & Fog. I

Icono Inglés. Icon English Reino Unido» width=»25″ height=»25″ class=»alignnone size-full wp-image-518″ />One day after other one had passed, in which the waves had not appeared in Cantabrian Sea. For two weeks the predictions continued equally. In some concrete and isolated moment small sizes appeared, of scarcely half a meter and with little force. The children in the beach were playing in the water, near the shore; and throughout this time. For the rest, the observation and the wait replaced the action.

Entering in the third week, a small tempest was coming for the North Atlantic. For Tuesday, the meteorological services were assuring rains and a decrease of the temperatures. With this scene the good conditions to do surf seemed to come back, just remained to know which would be the reality of the sea.

The week began with small storms at the last hours of the day. On Tuesday, the time had improved slightly and the clouds of a white greyish color were occupying part of the landscape. The Sun warmed up to the midday and in the evening, the clouds; already with a dark colour, were occupying most of the sky. A sticky hot was encouraging to take a bath. With these conditions, I went to the beach. Cars were going and coming; looking for a place where to park, people walking, chatting and occupying up to the last tile of the locality. Surfers already dressed for the water, with the equipment under the arm, were trotting towards the sea. This way, Somo was living the last week of August. On my own, I just wanted to enjoy all the moments of surf; if the waves would be back.

Coming to the main parking, I found a hollow, parked the vehicle and went to the water. The rugose and sedative tact of the sand was accompanying to a constant and chaotic noise that was hearing distantly. The image erased the recollections of the moderate wait and a quiet happiness paralyzed me an instant. Along the sandbank the waves were coming in series, surfers in each place of the water; doing maneuvers, waiting, chatting. The abundance of zones made that the choise was difficult. I prepared the equipment and walked quickly up to the water. Placed to hundred meters, to the right of the entry, I found a slightly empty place. I rowed with good pace , raising water slopes, doing the duck, up to coming to an quite area.

In spite of having clouded over the day, the people were continuing in the beach. A gabble of joviality was observed from the water. At two hundred meters of the shore, I felt to fall a few drops. One thin rain crossed the distance that exists up to the chalets of the beach line. By then, half of the people had picked up their packs and had left. Later the dampness had higher weight.

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Maniobras en La Curva

Icono Español. Icon Spanish En aquel día había pocas olas en Cantabria. Cuatro o cinco zonas con poco tamaño y algún spot secreto habilitaban la practica del surf. Las principales playas de Santander registraban olas tenues que apenas peinaban la arena de la orilla.

Con este panorama, y después de consultar el estado del mar; me dirigí hacia Loredo. En La Curva casi siempre hay olas. Aunque el tamaño pueda ser pequeño, conservan la suficiente fuerza para realizar surf. Y poder satisfacer el impulso de navegar obteniendo la pasión que el mar nos devuelve.

A la llegada, el parking principal estaba repleto. A lo lejos se divisaba gente en el agua. Varios riders, separados por una distancia, cabalgaban las misma ola. Esto se sucedía conforme avanzaba la serie. Al menos había una ola y un momento para cada persona. Preparé el material, me cambié y cerré el vehículo. La distancia que caminé hasta La Curva me sirvió para calentar. Tropecé con una par de surfers y hablamos sobre el estado de las olas. Dentro del agua me coloqué en una zona menos ocupada. Al poco tiempo vino una ola ligera. Me alcanzó e hice un suave recorrido. Esto se repitió espaciado en el tiempo tres veces más. Vi llegar una ola de mayor tamaño a lo lejos. Un surfer se alzó sobre ella y comenzó a descender. Iba esquivando gente y trazando el recorrido con precaución. Nadie después de él se cruzaba en su trayectoria. Había buenas sensaciones observando que todo el mundo respetaba aquello.

Pasaron las horas y la playa se fue vaciando. Unos minutos de quietud alisaron la superficie del mar. Una mirada rápida me reveló huecos en buenas zonas. Emprendí la marcha remando poco a poco. Una nueva serie de olas apareció al fondo. Su tamaño en la distancia disparó mis pulsaciones e hizo que aumentase el ritmo. Al llegar vi como otros riders se iban posicionando también. Pasó la primer ola. La segunda ola tenía mayor volumen de agua. Cuando arribó, me incline hacia delante y conseguí subirme en ella. Otro surfer a mi derecha también lo consiguió. Navegando a la par mantuvimos la distancia. El punto de inflexión en el que la ola abre a ambos lados en La Curva se iba acercando. Al llegar separamos las trayectorias coordinadamente. Cada uno se deslizó hacia un lado. Una sensación de confort me invadió. Finalicé el recorrido a pocos metros de la orilla.

Otra vez hacia mar a dentro. Se sucedían los trazos sobre las olas y la gente estaba disfrutando. Pensando en las maniobras caí en la cuenta de lo que había disfrutado. Con esta idea decidí esperar una última ola y retirarme después. Posicionado en un punto intermedio de la zona, espere mi turno. Una nueva serie comenzó. La segunda ola parecía mejor. Pero al elevarme con la llegada de la primera sentí que esa era la ola. Remé con fuerza y me dispuse a deslizarme hacia la izquierda. De repente vi como un rider, que había cogido antes la ola, se dirigía hacia mi. Ya en lo alto y sin apenas tiempo de reacción, la vuelta atrás no era posible. Sentí el tiempo relentizarse a medida que nos acercabamos. Agarré con fuerza el nose del bodyboard, y tirando hacia mi, permanecí anclado sobre el tail. Contemplé como el surfer trazaba su trayecto debajo de mí. Su invento se deslizaba sobre la superficie del agua a metro y medio de la tabla. Me incliné hacia atrás para aguantar un instante más. Por fin pasó. Con el hueco abierto fui resbalando por la pared de la ola hasta llegar a la base. Tracé el recorrido hacia la izquierda. Un tiempo después realicé un quiebro a cada lado para acabar el viaje ya cerca de la orilla.

De vuelta al coche la adrenalina envolvía mis sensaciones. Tres palabras rondaban mi pensamiento : «Precaución, respeto y pasión«.

Maneuvers in «La Curva«

Icono Inglés. Icon English In that day, there were few waves in Cantabria. Four or five areas with little size and some secret spots were adequate for surfing. The main beaches of Santander had recorded small waves that barely drank the sand of the shore.

With this situation, and after consulting the state of the sea, I went toward Loredo. In La Curva there is almost always waves. Although the size may be small, it usually have enough force to surfing. And be able to satisfy the momentum to navigate, as we can enjoy the passion that the sea returns us.

On the arrival, the main parking was packed. In the distance I saw people in the water. Several riders, separated by a distance, rode the same wave. This happened as the waves progressed. At least there was a wave and a time for each person. I prepared the material, dressed the wetsuit and closed the vehicle. The distance to La Curva served me to warm up. I stumbled upon a couple of surfers and we talked about the state of the waves. Within the water I went to a less occupied area. Then came a slight wave. I reached and I made a smooth journey. This was repeated three times along the time. I saw a bigger wave in the distance that would come to us. A surfer stood up on it and he began to descend. He was dodging people and he was plotting the route carefully. No one had blocked her path. There were good sensations due to that respect.

The hours passed and the beach was empty. A few minutes of stillness alisaron the surface of the sea. A quick look revealed to me the good hollow areas. I started paddling slowly. A new series of waves appeared far away. Its size in the distance shot my pulsations and I increased my cadence. When I arrived I saw as other riders were also placed. The first wave faded. The second wave had greater volume of water. When it arrived, I lean forward and I got into it. Another surfer on my right side also succeeded in doing so. Navigating to the torque we kept a distance. The inflection point at which the wave opens to both sides in «La Curva» was getting closer. On arrival we coordinated to divide the trajectories. Each path to one side. A feeling of comfort invaded me. I finished the trip a few meters from the shore.

I returned to the sea. A lot of surfers were ridden the waves and the people was enjoying. Thinking in the maneuvers I realized what had enjoyed. With this idea I decided to wait one last wave and to go out. Positioned at an intermediate point of the area, wait for my turn. A new series began. The second wave seemed to be better. But the elevarme with the arrival of the first wave I felt that it was the wave. I rowed with force and I arranged to glide to the left. Suddenly I saw as a rider, which had yet got the wave, was heading toward me. As I was in the top and I had a little reaction time, the turning back was not possible. I felt that the time was stopped as we approached. I gripped hard the nose of the bodyboard, and pulling it to me, I stayed anchored on the tail. I watched as the surfer sketched his journey beneath me. His leash was sliding on the surface of the water, at a meter and a half of the board. I tilt backward to endure a moment longer. He finally passed over. As the path was open I was slipping through the wall of the wave until you reach the base. I drawn the way to the left. After a time I performed a cut back on each side to end the trip already close to the shore.

Back at the car the adrenaline bathed my sensations. Three words had been haunting my thoughts : «Caution, respect and passion«.

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Gigantes

Icono Español. Icon Spanish Gigantes de 3 metros cargados de energía golpeaban la costa a lo largo de la línea de playa desde Somo hasta Loredo. Llegar a donde nacían la olas era difícil. La mar, con cada ola, empujaba hacia la orilla y la corriente menguaba la remada. Un manto de espuma cubría parte del agua y el fondo de arena era removido. El agua teñida de un ligero tono anaranjado avisaba de la dureza del día.

las predicciones de olas insitu superaban las expectativas. Ya en la playa, a punto de entrar a surfear, la visión de un escenario de este tipo dispara la adrenalina. Al contacto con el agua, el mar deja entrever su temperamento. Pasados los primeros 50 metros el esfuerzo se economiza y la precaución se extrema. Con cada ola que atravesaba me iba acercando de nuevo a la orilla. Su altura de un metro largo permitía ver a lo lejos grandes masas de agua que ocultaban la visión de la Isla de Mouro. Pasada la serie de olas un tiempo de tensa calma se sucedió. Al fondo vi una ola de gran tamaño romperse sobre sí misma, redujo su volumen y avanzó. Cerca de mi posición se elevaba sobre 1,5 metros y comenzaba a abrir a izquierdas de nuevo. Orientado hacia la ola, cuando me elevó reme con fuerza e incline mi peso hacia adelante, giré hacia la cresta cortando la ola. Dibujando el trazado en el recorrido, el sonido del cierre crecía detrás de mí. Fue disminuyendo hasta que llegue a la orilla con buenas sensaciones.

Salí del agua para descansar un rato. Recogí el equipo y me puse a andar camino del Puntal. Las olas grandes se veían al fondo, a lo largo del recorrido. A mitad de camino volví a entrar al agua. Pasado el zenit de la marea alta el mar se volvió más practicable. Situado ya a 200 metros de la orilla hice un descanso para recuperar fuerzas. Gigantes masas de agua llegaban en serie hasta mi posición. Me levantaban sobre la línea dunar del Puntal consiguiendo ver el Puente de Somo en la distancia. Esperé a la ola adecuada. La ola que nos alza, que abre un camino. La ola que dibuja una ondulación alargada y definida sobre el mar. Imaginando esa ola, seguí esperando. Descartando aquellas olas que no la se parecían. Pensando que en ese día quizás no aparecería esa ola. Volví la mirada hacia el mar abierto. Buscando el comienzo de una gran ola. Pasaron los minutos y pensé en finalizar la jornada. Me encontraba satisfecho con las sensaciones que el mar me había regalado.

Comenzó una nueva serie de olas y volví la vista antes de salir. Una sonrisa apareció en mi cara y espere un momento. A lo lejos asomó una gran masa de agua que sobresalía de la serie. Conforme avanzaba iba tomando forma. Creciendo desde su base y aumentando de tamaño, sin indicios de romper. Se fue acercando hasta mí y empezó a cerrar por la derecha. Cuando alcanzó mi posición me elevó unos 3 metros aproximadamente. Reme y me subí sobre ella. Pegado a la pared de la ola un sonido sordo lo envolvía todo. Después de unos 30 metros de recorrido vi como empezaba a cerrarse del otro lado. Cuando llegué, giré y esquive la rotura. Al otro lado una nueva autopista se abría. Hice un gesto con el cuerpo para girar y volví a subir. Cortando de nuevo la ola, permanecí en la cresta. El agua salpicaba mi cara y me hacia recordar que no estaba soñando. De nuevo sonreí mientras soplaba y movía la cabeza con incredulidad. Seguí surfeando, jugando, quebrando y buscando la velocidad. Ví como la playa se hacia más grande a medida que avanzaba y pensé en llegar hasta allí si era posible.

Un momento después caminaba por la playa con emoción y humilde agradecimiento. Intentaba recordar todas las sensaciones y no me era posible. Aún hoy no consigo retratar con exactitud lo que sentí. Sin embargo me sigo emocionando cuando lo recuerdo.

Giants

Icono Inglés. Icon English Giants 3 meters loaded of energy would beat the coast along the line of beach from Somo to Loredo. Get to where born the waves was difficult. The sea, with each wave, was pushing everything toward the shore and the effort was canceled by the current. A mantle of foam covered part of the water and the sandy bottom was moving. The water tinged with a slight orange tone which showed the hardness of the day.

The predictions of waves insitu had exceeded expectations. Once on the beach, on the verge of going to surf, the vision of an scenario of this type hits the adrenaline. In contact with water, the sea transfers its temperament. After the first 50 meters, the instinct economizes the effort and the precaution is extreme. Each wave that passed over me brought me back to the shore. Its height which were more than a meter, put me in the top. At that moment I saw a great masses of water in the distance that hid the picture of Mouro Island. The last series of waves had been finished, then a period of tense calm was happened. In the end I could see a large wave breaking over itself, its volume was reduced and progressed. Close to my position it raised up to 1.5 meters and began to open to the left again. Placed on the wave, when I was in the top I rowed hard and I tilted forward, I turned to the crest quickly with a maneuver. By drawing the path in the journey, the sound of the closing grew behind me. Was diminishing until I arrived the shore with good sensations.

I got out of the water to relax for a moment. I picked up the board I went toward the Puntal Beach walking over the sand. The big waves were in the background, along the route. Halfway I returned to get into the water. Past the zenit on the high tide the sea became more practicable. When I was located at 200 meters from the shore, I made a break to regain strength. Giant masses of water arrived in series up to my position. I was elevated and I could view over the dune line the Bridge of Somo in the distance. I waited for the proper wave. The wave that we hike, which opens a path. The wave that draws an undulation elongated and defined on the sea. As I was imagining that wave, as I kept waiting for it. I thought that I had to discard those waves because them seemed to be disappear. Thinking in the day and the invisible wave. I returned the gaze to the open sea. Looking for the beginning of a great wave. The minutes passed and I thought to finish the journey. I was satisfied with the sensations that the sea had brought me.

Began a new series of waves and I returned my eyes to them before leaving. A smile appeared on my face and wait a moment. In the distance appeared a large mass of water that jutted out of the series. According to its movement its figure was taking shape. It was growing over its base and it was increasing its size, with no sign of break. Was getting closer to me and began to close from the right. When it reached to my position it had 3 meters approximately. I rowed and I climbed up on the wave. Stuck to the wall of the wave, a powerfull sound wrapped all the environment. After 30 meters of route, I saw as began to close on the other side. When I arrived, I turned and avoided the breakage. On the other side a new highway was opened. I made a gesture with the body to rotate and I returned to climb. Cutting again the new wave, I stayed on the ridge. The water sprayed my face and it made me remember that I wasn´t dreaming. I smiled while I was blowing and moving my head in disbelief. I continued surfing, playing, breaking and looking for the speed. I saw as the beach was near and I thought I would get up there if it was possible.

One moment later I was walking along the beach with emotion and humble gratitude. I was trying to remember all the sensations and it was not possible. Even today I can’t accurately portray what I felt. However it still thrill me when I remember that day.

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